jueves, 26 de septiembre de 2013

Giros

Bien dicen que la vida es una montaña rusa, con subidas, con bajadas, con giros inesperados, con vueltas que anudan el estómago, con ráfagas de adrenalina y momentos de lentas y angustiantes esperas. Pero siempre que te has subido y el paseo acaba, bajas con ganas de hacerlo todo otra vez. Hice un plan de marcharme muy lejos, de volver a ser libre, de dejar atrás todo lo pasado y darle la bienvenida al futuro, a lo nuevo. Y entonces la vida me respondió de una manera tan efusiva que, ¡Dios!, casi pierdo el equilibrio con tantos giros en tan pocos días. Primero obtuve la oportunidad de irme a vivir lejos, al sur de España, y a eso iba cuando por muchas razones otra oferta de ir aún más lejos todavía se presentó a mi puerta. Si bien esta otra oportunidad no estaba aún tan definida, me lancé por ella y heme aquí, del otro lado del mundo, en una tierra distante, fría, oscura y maravillosa, en medio del bosque, en Suecia, hogar de vikingos y trolls. Mi amor por este sitio crece cada día que paso en él. Sin embargo, mi condición de extranjera es incierta, no podría quedarme mucho tiempo aquí sin tener una actividad, y además recibí de nuevo la oferta de ir a vivir a Almería, una tierra desértica, de moros y mezquitas, de playa y arena, de mucha luz y mucho sol. Así que volveré a empacar mis cosas y me iré de regreso al sol, a estudiar, a conocer, a nadar, y con la promesa de regresar a esta tierra medieval que tanto me ha fascinado. Finalmente, lo que estoy haciendo es vivir una aventura, y si esta aventura me lleva a muchos sitios, ¿qué mejor? Echaré en mi maleta una buena dosis de hechizos y encantamientos para que todo salga muy bien a dónde sea que vaya….
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